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14,25 €El EspÃritu Santo es inasible, no tiene nombre ni rostro.
A la hora de buscar argumentos que permitan acercarse a su misterio, surge un dato fundamental: es cada persona la que da rostro al EspÃritu cuando vive bajo su guÃa dentro de la tradición eclesial.
A lo largo de estas páginas el autor invita a aproximarse al EspÃritu desde distintas perspectivas cuyo denominador común es la relación. AsÃ, el EspÃritu es contemplado en medio de la Trinidad, actuando en la Iglesia, ejerciendo su paternidad espiritual o siendo compañero de camino en la vida cristiana.
El EspÃritu Santo, confesado en el credo como tercera persona de la Trinidad, sigue actuando en la historia con vitalidad desbordante a través del martirio y la profecÃa, la belleza y el amor, la contemplación y el compromiso.