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5,61 €Pablo cuenta que en la ciudad en la que él viveestuvo nevando sin parar durante siete dÃas y siete noches. La nieve llegaba ya más allá de los tejados de las casas. Por fin, se derritió y todos observaron, atónitos, que con la nieve se habÃan ido los colores de las cosas. Todo estaba en blanco y negro. El alcalde pidió a los niños que volvieran a pintarlo todo y éstos asà lo hicieron; pero para ello eligieron los colores que más les apetecÃan y asà la ciudad quedó preciosa. Los pinos, de color violeta; los tejados, verdes con rayas naranjas; los semáforos, con las tres luces pintadas de azul... Los mayores se enfadaron de verdad, pero la pintura se habÃa secado y ya no hubo nada que hacer. Solo esperar a la próxima nevada.